jueves, 12 de marzo de 2015

La nueva conciencia


















La preocupación del mundo crece por la crisis que se vislumbra en lo ambiental. Los “líderes” se reunen, hablan, hacen declaraciones y todo queda en papel. ¿Estarán genuinamente preocupados o actuando? ¿O serán unos prisioneros más del actual sistema?. La realidad es que estamos viviendo un momento crucial para la historia de la humanidad. El crecimiento de la población y el consumo de los recursos naturales está fuera de control y estamos siendo testigo y partícipes de esa situación.

He venido haciendo una observación objetiva de lo que se dice y se hace para conservar y tratar de ser menos dañinos con el ambiente y he llegado a la triste conclusión de que no tenemos idea qué hacer. Los que nacimos en ciudades creemos que sebrando un árbol en la ciudad, recogiendo la botella plástica de la acera o reciclando botellas de vidrio, estamos contribuyendo a la conservación. ¡Falso!. ¡Es mentira!. Es un problema de conciencia colectiva.

También observo costosísimas campañas para cuidar a perros y gatos abandonados (lo cual me parece loable y positivo) pero por otro lado no existe ningún esfuerzo para evitar la caza y la pesca indiscriminada, porque es ajeno a lo citadino. Se considera legal y un deporte acabar con la vida de animales salvajes. Se considera “natural” refiriendome a “normal” ir a cazar y meterse en un bosque o una sabana a dispararle a animales en su habitat natural.

Estamos viendo cómo se disminuyen los espacios naturales a velocidad de vértigo. Los invito a meterse en Google maps y hacer acercamientos en países desarrollados y que traten de buscar espacios vírgenes y naturaleza sin intervención humana. Prácticamente no hay. Igualmente, cuando suban a un avión, fíjense en los bosques naturales que se observan desde el avión y cómo está sistematizado el proceso de deforestación y la limpieza de espacios para construcción y desarrollo de viviendas, autopistas y espacios urbanos.

La doble moral que se observa en los medios es dramática. Me voy a referir a un canal: Discovery Channel. Transmiten una serie que se llama “Gold Rush”, sucede en Alaska y son mineros en plena faena de destrucción de bosques para la extracción del oro. Me imagino que la destrucción debe ser parecida a la que sucede en el Amazonas, pero esta última no está documentada. Hay otro programa que se llama Los Leñadores del Pantano. Muestran como se talan extensiones inmensas de bosques en pantanos en Carolina del Norte y convierten en héroes a los leñadores. Las imágenes son aterradoras. Y lo que más me impresiona es cómo Discovery Channel, dedica espacios a promover el pensamiento de destrucción en vez de invitar al cambio de conciencia y a la conservación.

El cambio de conciencia es un cambio profundo. Es un cambio que tiene que venir del mundo entero, tiene que ser sincrónico y armónico. Los líderes se tienen que comprometer con la preservación de la tierra y en consecuencia de la especie humana. Tenemos un sistema que promueve aceleradamente el consumo para el crecimiento económico en detrimento de los recursos naturales. Esa forma de pensar debe voltearse.

Tenemos que voltear nuestras creencias y en vez de decir que los recursos naturales están para nuestro consumo, tenemos que ponernos al servicio de ellos y del lugar que nos alberga, que nos da la vida. Tenemos que dar gracias a la tierra por el agua, por el oxigeno y por lo que en ella crece. Todos los días, tenemos que enseñar a nuestros niños que el agua es vital, el oxigeno es vital, que los árboles son vitales; y que gracias a ellos estamos vivos. Que son vida y son tan importantes como cualquier ser humano. Todo esto debe suceder desde un camibio de conciencia colectivo, desde el corazon, desde el amor y desde la compasión. Si lo hacemos desde el miedo, desde el temor y desde la mente, nunca habrá un cambio verdadero.

Reflexionemos en lo profundo. Meditemos sobre la energía vital de la tierra. Abrámos nuestro corazón y demos la bienvenida a el oxigeno y al agua que entran en nuestro cuerpo y agradezcamos por permitirnos vivir. Eso va a cambiar poco a poco la forma de pensar. Eso va a sensiblizarnos sobre cada molecula viva de la tierra. Cuando conectes tu corazón con la tierra, sentirás su poder y su energía, que es la tuya también. Entonces, no querrás acabar con ella, querrás cuidar de ella, querrás amarla.

5 comentarios:

Jesús A. Meza Morales dijo...

¡Camil@, tu reflexión está bien buena, me sonó a Eckhart Tolle. Un abrazo grande pana mío!

Camilo Provenzali dijo...

Gracias bro! Un abrazo igualmente.

Elizabeth marin dijo...

Excelente, el cambio debe venir desde nuestra consciencia colectiva, uniendo nuestros corazones y reconociendo que somos uno con la madre tierra.

Sex Shop dijo...

Muy buenooooo!!!!!!!!!!

Sex Shop dijo...

Muy buenooooo!!!!!!!!!!